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Características climáticas

En este apartado, presentamos las características climáticas más importantes que  presenta la zona donde está situado  nuestro monte. Estos datos han sido obtenidos de los trabajos llevados a cabo en climatología.

- Temperaturas:

Las temperaturas máximas absolutas de los meses de verano son bastante elevadas, así como las temperaturas mínimas absolutas de los meses de inviernos son bastante bajas, todas ellas por debajo de 0ºC. Se producen unas fuertes oscilaciones de temperatura de la estación más cálida a la estación más fría.

Con respecto a las heladas, el período máximo de estas puede comprender desde octubre hasta mayo, aunque esto es el caso más extremo, siendo el periodo medio desde Noviembre hasta finales de Abril. El factor de las heladas tiene gran importancia ya que puede ser muy limitante para especies vegetales y animales. 

- Precipitaciones:

La precipitación media total es de 460,56 mm al año, produciéndose estas principalmente en las estaciones de primavera y otoño. Los meses de veranos son escasos en precipitaciones. 

Diagrama ombrotérmico de Gaussen:

Según el diagrama ombrotérmico de Gaussen, en el cuál se relaciona la precipitación media con la temperatura media, podemos observar como en los meses de verano, la precipitación está bastante por debajo que las temperaturas, lo cual nos indica que es un periodo de sequia, pudiendo ser este factor también muy limitante para las especies, ya que se pueden producir situaciones de estrés hídrico. 

Características edáficas

A continuación se presentan las características edáficas más importantes, obtenidas de los diferentes trabajos de edafología e hidrología.

 

En nuestro monte, podemos diferenciar 3 tipos de suelo muy característicos:

 

-Suelos de páramo: suelos de poca pendiente (<2%), de poca profundidad y con una permeabilidad lenta. La textura es franca y presenta baja pedregosidad (10%). En función de clasificación hidrológica de los suelos, lo clasificamos como suelo de tipo C.

 

-Suelos de cuestas: suelos de pendiente elevada (30%-70%), de poca profundidad y  permeabilidad lenta. Textura arenosa y presenta baja pedregosidad (7%). Es un suelo altamente erosivo. En función de la clasificación hidrológica de los suelos, lo clasificamos como suelo tipo D.

 

-Suelos de coluvión de ladera: suelos de pendiente moderada (15%), de profundidad considerable y con permeabilidad moderada. La textura es es franco-arenosa y presenta baja pedregosidad (8%). En función de la clasificación hidrológica de los suelos, lo clasificamos como suelo tipo C. Este tipo de suelos está destinado a la agricultura casi en su totalidad.

 

En cuanto a características edafológicas generales, nuestro suelo es fuertemente calizo, con un 61% de carbonatos. Para el pH, los valores obtenidos son mayores de 7 (8,2), por lo que nuestro suelo es básico o alcalino, aunque no son valores muy básicos, ya que están próximos a ser neutros.

 

Con respecto a la materia orgánica, no podemos considerar ningún horizonte orgánico, ya que todos los valores están por debajo del 1%, y para considerarse orgánico tiene que tener alrededor de 30% de materia orgánica. La porosidad es del 45%, la cual regulará la absorción por parte de las plantas y la aireación del suelo, así como el espacio de crecimiento de raíces y microorganismos.

 

Analizando el agua del suelo, el porcentaje de capacidad de campo de nuestro suelo es de 20%, esto nos indica el porcentaje de agua que retendrá nuestro suelo si es sometido a drenaje libre. El porcentaje del coeficiente de marchitamiento es de 15%, esto nos marca el contenido de agua en el suelo por debajo del cual las plantas no son capaces de extraer agua de dicho suelo.

 

En relación con las sales, nuestro suelo es ligeramente salino. En la zona que esta nuestro suelo y con las características que tiene, estos datos de salinidad son bastante correctos.

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